La alegría y entusiasmo que un grupo selecto de futbolistas de la selección transmiten en las tandas publicitarias relacionadas con el Mundial Rusia 2018 en nada se parecen a los gestos adustos y abatidos que las cámaras de la televisión les captan en los campos de juego donde el elenco nacional disputó los 2 partidos iniciales de la fase de grupos, con Islandia y Croacia.
Pegadizos gingles imnpregnados de triunfalismo acompañados por flashes de Lionel Messi vendiendo papas fritas junto a niños, u otras de pan lactal para sandwiches, cerveza y gaseosas, en las que se repiten Javier Mascherano, Lucas Biglia, el Kun Agüero y paremos de contar, sonaban a cruel ironía ante las decepcionantes actuaciones deportivas e hicieron entrar a los creativos en estado de alerta para replantear campañas hasta el match definitorio del supermartes ante Nigeria.
Las mismas figuritas se reproducen en un lote integrado por más de la mitad de los 23 jugadores elegidos para disputar el Mundial debido a su participación en las principales ligas profesionales del mundo, como exigen las cadenas de televisión, ya que como tales constituyen atractivos para las transmisiones que son seguidas por una audiencia que supera los 2.000 millones en todo el planeta.
Asimismo a nivel fama, si se considera la cotización económica de la camiseta argentina, estimada por El Cronista Comercial en $1.400 millones, el elenco que capitanea el astro del Barcelona sería uno de los favoritos.
Pero, de nuevo el contraste, las chances matemáticas pero mucho más el clima de derrota que trasuntan el plantel y el cuerpo técnico, nos situarían más cerca de estar entre los 16 que pegarán la vuelta la semana entrante, que entre los 16 que entran en 8vos.
Empezó mal con la negativa de los players a cumplir con el compromiso de jugar el amistoso previo a Rusia en Israel, conmemorativo del 70 aniversario de ese Estado, que a la Asociación del Fútbol Argentino le significóuna pérdida de US$2 millones entre caché y resarcimiento y al país, un dolor de cabeza diplomático.
Al margen de lo que representa para la afición clasificar a la serie final, a la tesorería de la AFA tampoco le resultará indiferente: quedar en el Mundial acredita US$11 millones y si se despide embolsa US$9,4 millones.
La zanahoria por consagrarse campeones sería de $17,6 millones, o sea duplicaría el monto por haber participado hasta la decantación.
Pérdidas y resarcimientos
O sea que ganar el partido con Nigeria y clasificar implicaría per se sumarán US$1,6 millones en la cuenta de los premios, y justificar al menos en parte el contrato de US$2,2 millones del cuestionado entrenador Jorge Sampaoli.
Desperdiciar la última oportunidad el martes lo situaría en zona de despido, con un costo indemnizatorio de 16 millones.
Las que también hacen números con Argentina adentro o afuera son las 10 marcas que integran el conjunto de sponsors de la selección. A un palo verde promedio por cabeza figuran Adidas , Quilmes, Claro , Naranja y los recientemente incorporados Mostaza, Fargo y Nissan, mientras que pagan medio millón a la AFA auspiciantes regionales, como las chinas Hexindai, Der y Vanward, además de proveedores oficiales.
En el anterior ejercicio, dominado por las eliminatorias al Mundial de Rusia, de los $1311 millones ingresados a las arcas de la AFA, incluidos los contratos de televisación de la superliga, $555 millones provinieron de la selección, si bien en un año bajó en $70 millones la recaudación por los partidos realizados.
Por patrocinios se cobraron $254,34 millones, siendo los convenios con Adidas y Coca Cola lo más sustanciosos.
Sin embargo, el que se está disputando no ha sido un Mundial muy provechoso económicamente hablando.
Euromericas Sport Marketing demostró en el informe World Football Sponsorrship 2018 que los patrocinios a FIFA de la Copa del Mundo 2018 se redujeron respecto de Brasil 2014: en 4 años de un piso de US$ 1.984 millones a los US$ 989 millones actuales.
La inversión de empresas asiáticas y en especial de China, junto al apoyo estatal del gobierno de Rusia, impidió una debacle, y así “la FIFA pudo costear los pagos del evento y a las selecciones, junto a los premios", expresó Gerardo Molina, Ceo de la empresa de marketing deportivo.
Los patrocinadores asiáticos cubren el 45% de los negocios de Rusia 2018, llenando el espacio comercial que dejara la salida de compañías como Johnson & Johnson, Castrol y Continental, tras el escándalo de corrupción del Fifagate de 2015, aún en proceso judicial.
La firma más grande de China, Wanda Group, por ejemplo, es nueva socia oficial de FIFA, mientras que 3 de los 5 patrocinadores oficiales del torneo son chinos: fabricante de televisores y frigoríficos Hisense, fabrica teléfonos inteligentes Vivo y la empresa láctea Mengniu.
"La FIFA busca poder volver a ser el club preferido de las marcas en un evento mundial, de cara a la Copa del Mundo de 2022 en Qatar", dijo Molina.
"Se estima que las nuevas empresas patrocinadoras provengan de Medio Oriente, y buscarán capitalizar la 1ra Copa del Mundo de su región”, concluyó.
En este Mundial sobresalen los bancos y las telcos entre los sponsors. De acuerdo con un estudio elaborado por la consultora internacional CSM, 305 marcas habían cerrado en total acuerdos, con las principales tarjetas de crédito del mundo, Visa y MasterCard, como grandes animadoras.
La primera es socia de la FIFA hasta el Mundial de Qatar 2022 y tiene cerrado un acuerdo de exclusividad para ser la única empresa del sector financiero como sponsor oficial, en tanto que MasterCard es uno de los auspiciantes de la selección brasileña.
En la lista de sponsors del mundo financiero también hay que incluir al Scotia Bank con Costa Rica, al Credit Agricole (Francia), ING (Bélgica) y Commerzbank (Alemania).